martes, 23 de abril de 2013

Maduro, el vidente



Publicada el jueves 21 de marzo de 2013 en La Hora 

Últimamente todo tiene un aire angelical, clerical, suprahumano. No sólo por el Papa Pancho y su mediática designación, tampoco por la cercanía de la semana de los cristianos, sino, principalmente, por las declaraciones extraterrenales del presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

Me he quedado anonadado con sus palabras, más escandalosas que las de un profeta del fin del mundo y más galácticas que las de Walter Mercado. Primero le escuchamos decir que conversaba con Hugo Chávez cuando el fallecido comandante aún gastaba sus últimos suspiros. Parecía ser el único que podía hacerlo, mientras otros decían que Hugo Rafael ya no estaba entre los vivos. Maduro aseguraba que ya caminaba y hasta hacía ejercicios. Luego, cuando se confirmó la partida del Coronel, la cual ha llenado de dolor a familiares y seguidores, a los cuales extiendo mis condolencias, Maduro se graduó como el vidente de América.

Primero dijo ser el hijo de Chávez, para ver, creo, si Venezuela accede a la sucesión por ‘sangre’ al estilo norcoreano. Luego lo escuchamos decir que Chávez habló con el mismísimo Jesús para lograr la designación de Jorge Bergoglio como primer papa sudamericano. A buen entendedor pocas palabras. Está clarísimo que Chávez ya maneja ese nivel de influencia en el cielo y sólo Maduro lo sabe.

Pero para cuando dijo esas palabras por televisión, Chávez aún no era Cristo, era, según Maduro, un influyente asesor del paraíso. Sin embargo, esta semana me quedé boquiabierto al escucharlo decir que Chávez era el Cristo de los pobres y él, su apóstol. Caramba, en menos de una semana el comandante fue ascendido de asesor celestial a Cristo y Maduro pasó de hijo a apóstol.

No sería de sorprenderse que Maduro llame a Bergoglio para comentarle antes de las elecciones que se han registrado milagros de Chávez en alguna llanura venezolana. El Papa, ajustándonos a la lógica ‘madurense’, tendría que reconocerlo, pues como ya hemos anotado, el pontífice le debería un favor a Chávez, quien intercedió en su designación. Cosas de Latinoamérica y sus actos de fe.

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