martes, 23 de abril de 2013

Fue Teté





Publicada en La Hora el 18 de octubre de 2012


Yo no fui, fue Teté, pégalo, pégalo que ella fue. De Tin Marín, de do pingüé. Zapatito cochinito…. Hablen serio. Qué nivel de profesionalismo para hacerse los locos en el caso Duzac.

Sí, ese caso del pibe que vino campante y la revolución, viste ché, le entregó 800.000 dólares sin garantías. De ese hablo. Del caso del banco público con las mismas escalofriantes estrategias que llevaron al feriado bancario. ¿Vuelve el fantasma Mahuad? Parece que sí, pero en forma de primo torero, quien habría cofiec-cionado una nueva forma de rescatar esas alegres fiestas de préstamos. Habría digo, señor juez.

Pero yo no fui, fue Teté. Los panas van a la comisión de olvido del Congreso (ya sé, Asamblea), para hablar chévere con la Silvi que poco pregunta y decir que por esas manos no pasó. Que ni idea si fueron las monjitas carmelitas.

A pocas cuadras de ahí, en caleta fiscal, el Chiri bien, gracias. Ni por enterado parece. ¿O ‘chitón’ le habrán ordenado? Zapatito cochinito cambiada de piecito. Mejor le hacemos a una piedra papel o tijera para echarle la culpa a un mando medio y los panas ‘fresh’.

Hablen serio. Resulta que ahora la culpa la tienen perversos sicarios de tinta que tratan de demostrarle al país la parranda que habrían cofiec-cionado los primos, los cuñados, los sobrinos, los vecinos, los buñuelos, los prozac, los enduro, los delgadillo.

Si no fuera por la prensa y por legisladores serios que no se amedrentan, esto no salía a la luz jamás. Pero el gran señor de ‘sábado gigante’ le echa la culpa al que indica la podredumbre, no a la bacteria que pudre la vaina.    

¿Cuál es la mejor forma para que estas cosas no sean tan escandalosas? Fácil: Corta la información. Brillante idea. Nada de datos que te despido. Solo hay documento si logran pasar el primer corcho.

Y ellos que tenían listo el discurso del feriado bancario para atacar al ‘Guillermo el del Barrio’. Tiro por la culata. Prohibido olvidar dicen. Es fácil recordar el pasado, cuando las cosas no habrían cambiado. Habrían, digo ,señor juez. Igual: yo no fui, fue Teté.

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