viernes, 5 de octubre de 2012

‘El Gobierno encarna la violencia’


 
Entrevista que le realicé a Emilio Palacio el 28 de septiembre. Se publicó en La Hora el 2 de octubre. 


Luis Vivanco, Miami
 

Llega manejando un auto. Es un Toyota Yaris negro,  pequeño, compacto. Emilio Palacio lleva viviendo un año y un mes en Miami. Alquila una casa y no deja de pensar en Ecuador. La entrevista se desarrolla en un café de North Beach. Él pide un capuchino sin canela y medias lunas hechas con manteca. Lleva sandalias, una camisa gris.

Ha pasado un mes desde que EE.UU. le otorgó asilo político, pocos días después de que Ecuador hiciera lo mismo con Julian Assange. Palacio dice que no quiere especular si fue una respuesta de la Casa Blanca al tema Wikileaks, solo lo agradece.

“No había pensado pedir asilo por el caso El Universo. Lo creí conveniente cuando tuve el juicio con Camilo Samán, pero lo descarté, porque hubiese parecido cobardía”. Cree que gracias al juicio que se desencadenó por su artículo ‘No a las mentiras’ (en el que se sentenció a Palacio y a los directivos del diario a pagar 40 millones y tres años de prisión), la gente se dio cuenta de que lo que sucedía ya no era un juego. “En el país no funciona la frase: ‘El que nada debe nada teme’. Allá no debes nada y te matan. Por eso dije que habían las condiciones para salir del país y no quedarme callado. En la cárcel no hubiera podido hablar”, dice entre sorbos de café.

Hablar es importante para Palacio. Comenta que pensó en pedir asilo a Colombia, Perú o Argentina, que incluso hubiese sido más barato. Concluyó que los gobiernos colombiano y peruano se lo darían, pero le pedirían silencio. En cuanto a Argentina: “Cristina Fernández me hubiese entregado a Correa”. Por eso EE.UU. se presentó como el único país que, a su criterio, le garantizaba libertad de expresión.

Está cómodo hablando libremente, usando las redes sociales para ello. Sin embargo, la billetera está en aprietos. “Estoy viviendo de mis ahorros, no tengo ningún ingreso. Me han preguntado si El Universo me paga un sueldo y he dicho que por qué habrían de hacerlo si no trabajo para ellos. No aceptaría dinero gratis. Los hermanos Pérez, sin embargo, me han ayudado pagando los gastos jurídicos y les estoy muy agradecido”.

¿Hasta cuándo le durarán los ahorros? Muy poco, dice. “Si hay que lavar platos, hay que lavar platos”, asegura con firmeza en una conversación que va del buen humor a los apasionamientos.



La familia

Vive con su esposa y sus dos hijos. El de ocho años va a una escuela pública y el de 18 trabaja medio tiempo, piensa ya en la universidad. No tiene problemas con vivir en el exterior, recuerda que por el periodismo ha estado fuera muchos años. Desde que murió su madre, no hay mucho que lo ate a Guayaquil. “Mi mujer es la que más sufre, le ha costado mucho y a los chicos también, porque era la familia de mi esposa la que nos rodeaba”. Lo que más extraña son las tertulias. “Acá no tengo mucha gente con quien hablar de la política ecuatoriana. Hay un grupo pequeño de compatriotas pero muy activo, que hacen marchas frente el Consulado”.



Convicciones

Dice que, a falta de dinero,  puede asegurar lo que cree. “Puedo decir que Rafael Correa ordenó disparar para matar el 30 de septiembre de 2010”. También aprovecha para decir que no entiende cómo Ricardo Patiño justifica la narcovalija. “Suponiendo que él no tiene nada que ver, aunque creo que está comprometido hasta las patas, su actitud es una desvergüenza”.

También se expresa por las redes sociales, principalmente por Twitter (@PalacioEmilio). Ahí toma un tema e improvisa por varios minutos. Por ahí también recibe ataques. “La palabra insultos ya no cabe”. Para explicarlo busca en el pasado. “El correísmo no comenzó con Correa, sino el día en que una multitud fue al cementerio de Machala sacó el cadáver del notario Cabrera y lo pateó porque habían perdido su dinero, se creían en su derecho a pesar de que quisieron cometer usura. No tuvieron el más mínimo límite moral. Eso es el correísmo, la excrecencia de esa sociedad. Eso se ve en las redes sociales”.

Asegura que las elecciones del próximo año serán importantes para ver la reacción de la sociedad. “Ahora solo le damos el pésame a los periodistas perseguidos. Pero nada de salir a la calle. Jeanette Hinostroza dijo que no está en contra del Gobierno. ¿Cómo no puede estarlo si la amenazan con hacerle cosas terribles a ella y a su familia?” No cree que la expresentadora de los matutinos de Teleamazonas tenga miedo. “No creo que sea una mujer cobarde, pero es fácil ser valiente como Correa, cuando se tiene 47 guardaespaldas. La cobardía es una reacción humana. Si un periodista tiene miedo, yo jamás lo voy a cuestionar. Es instinto de supervivencia”.

Cree que hay gente que no acepta que Correa sea un dictador. “Si no lo es, habría que entender que es democrático llamar a amenazar a los periodistas. Tenemos el complejo de que estamos en una sociedad democrática, no hemos aceptado que vivimos en una dictadura”.

Los periodistas ecuatorianos han soportado insultos sabatinos, acciones judiciales. Palacio cree que Correa “aún no necesita matar, pero cuando lo necesite lo hará. No tiene escrúpulos. Correa es ese hombre que en el cementerio pateó un cadáver, es la sombra de eso”.



Su regreso

La idea de volver no es muy cercana para el exeditor de opinión de El Universo. Dice que no puede. “Hay tres cosas que me impiden. El fiscal Galo Chiriboga inició una investigación judicial para saber quién me entregó el video del policía anónimo que hice público sobre el 30-S. No aceptaría que apele a la reserva de fuente y me meterían preso. Fue por ese tema que salí. Me convocó para la semana siguiente y yo ese mismo día me vine corriendo”, explica.

El canal gubernamental Ecuador TV tiene otro juicio en su contra. “Yo tengo dos condenas por injuria. El supuesto perdón de Correa en el caso El Universo suspende la ejecución de la sentencia, no la sentencia en sí. Si mañana digo algo, me hacen un juicio y el juez dirá ‘señor, usted tiene dos antecedentes’. Por eso mi queja a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es para que se  borre todo”.

Si eso sucede y su historial queda limpio, tampoco estaría seguro de volver. “¿Para qué? ¿Para salir del aire? ¿Para estar condenado al silencio? N
o”.




"Si Correa gana, el país terminará descomponiéndose”.

"A Correa le interesa morir en el poder, es como Somoza” .


"El Gobierno es la encarnación de la violencia”.


"Si Correa tuviese que matar, lo haría”.






'Julian Assange no es periodista'



Publicada en La Hora el 4 de octubre

Luis Vivanco, Minneapolis

El asilo que Ecuador otorgó a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, es un capítulo secundario en esta historia, a los ojos de la prensa de EE.UU. Si bien los periodistas miran en general con aprecio la información que fue revelada, no consideran a Assange su colega.


Periodismo

Eric Freedman, ganador del Premio Pulitzer por sus reportajes de investigación en el congreso de Michigan, asegura que Assange no es un periodista. “Es una fuente y ninguna fuente es desinteresada cuando entrega información”.

Freedman, ahora catedrático universitario, recuerda las palabras que Bill Keller, editor general del New York Times en tiempos de WikiLeaks, dijo respecto a la relación con Assange. “Nos presionaba para que publiquemos una u otra cosa, pero no lo permitimos”.

El rol de los medios durante esas revelaciones fue un factor vital. Los cables se publicaron en cinco medios de peso mundial (NY Times, The Guardian, Le Monde, El País y Spiegel). Sin embargo, Assange y sus nuevos amigos los critican.

Para John Rash, editorialista del diario Star Tribune de Minneapolis, la acción de esos medios permitió que no existan asesinatos. “Ellos lograron eliminar nombres de gente que corrían peligro y pusieron las cosas en contexto”.

Al referirse a los nuevos amigos de Assange, entre ellos los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Rusia, Wladimir Putin, asegura que todo indica que es una relación por conveniencia. “Líderes mundiales tratan de molestar a EE.UU., igual que WikiLeaks”.    



Tribunales


Baltasar Garzón, abogado del australiano, asegura que existen tribunales secretos en EE.UU. que planifican los cargos y el proceso contra su cliente. Cree que las acusaciones por delitos sexuales planteadas por Suecia son una pantalla para llevarlo a EE.UU. y juzgarlo.

A Steve Clemons, editor de la revista Atlantic, con base en Washington, eso le “suena más a tiempos de los soviéticos”.

Sobre si considera a Assange un periodista que lucha por la libertad de expresión, su respuesta es contundente: “es un anarquista”.

Freedman cree que la gente en su país está más preocupada de que su dinero se gaste en sistemas militares que evidencian deficiencias. “Billones de dólares para seguridad y un soldado raso logra obtener toda la información”. Se refiere a Bradley Manning, el militar de EE.UU. que supuestamente facilitó la información a Assange y es la única persona acusada y procesada por este escándalo.

De todas maneras, los tres periodistas no creen que su sistema de justicia se preste para conspiraciones secretas sin límites internacionales.

Ultra venezolanos


Publicada el 4 de octubre en La Hora

Somos tan venezolanos que en las plazas de Quito entregan propaganda política de nuestro líder omnipresente Hugo Rafael Chávez Frías. Somos venezolanísimos y desayunamos petróleo con arepa.

Nuestra alma llanera debe hacernos estar pendientes este domingo de las elecciones. Sacar conclusiones. Si nuestro comandante pierde, pues a ver si también perdemos el miedo y se nos quita lo de venezolanos. Si el ‘Correcaminos’ Capriles gana, a ver si nos volvemos más ecuatorianos y más libres.

Será un golpe al corazón políticos de los de la mitad del mundo. Algunos dirán: “Vesanota, sí hay cómo derrotar tiranos”. Otros dirán: “Hay que buscar caleta en La Habana (o algunos en Miami) que se acaba la fiesta, primo”.

Pero, tranquilos, que nuestro Hugo nos ha dicho que nada va a cambiar, que él triunfará y que al joven Capriles habrá que sacarlo en camilla. Así que ‘sereno, moreno’ que todo seguirá igual para alegría de la verde gallada.

Pues este es un proceso que no lo para nadie, nos han dicho; que la espada de Bolívar anda por ni sé dónde, nos han insistido. No nos preocupemos, que estaremos cómodos y no perderemos lo que nos hace tan venezolanos. Esos bellos detalles, como un Estado con un solo poder, carajo, qué belleza. Mantendremos esas lindas novelas de periodistas perseguidos, cónchale, vale, qué chévere. No nos faltarán las nobles demostraciones de unión familiar dando trabajo a los ñaños, protegiendo a los primos. Qué maravilla, por favor, pellízquenme que creo que estoy soñando.

No quiero que me quiten mis medios oficiales que me dibujan paradisíacas realidades. Adoro ‘EcuavenezolanaTV’, soy fan en Facebook. No permitiré que me arrebaten las insultaderas sabatinas, nunca me pierdo mi ‘Aló Presidente Ciudadano’. Ese picante del insulto que hace tan divertida la ‘unocracia’. No, señor, no voy a permitir que me saquen el caramelo de la boca. Así que arriba, Hugo, este domingo todos votaremos por tu socialismo y en febrero, en Ecuador, sufragaremos bajo tu divina enseñanza.

Candela


Publicada el 27 de septiembre en La Hora

Adrede, con todo el propósito del mundo, así parecen actuar quienes le prendieron candela a nuestros bosques y casi hacen que el Augustito arda en llamas también. Estas lluvias que San Peter nos manda son agüita de mayo para el Augus.

La culpa la tienen estos pirómanos de un cuerno, pero estas emergencias nos demuestran lo mal que estamos. Nuestros bomberos, pobre de ellos, se sacaron la madre para apagar el fuego y evitar el gran incendio de la administración del Augustito. Tuvimos que pedir ayuda a los parceros del norte. Ellos, en buena onda, nos sofocaron la desesperación. ¿En qué te has gastado la platica? Buen billete te han dado y resulta que casi nos chamuscamos toditos.

Si hay que huir de casa porque se avecina la llamarada hay que estar pilas de que en nuestra desesperada estampida no nos agarren con el pico y placa, porque para eso sí somos tigres.

Una pena terrible se siente en el ‘shungo’ al ver esas hectáreas en ceniza, pero ojalá nos sirva para preparar un plan serio y sofocar estos relajos. Yo sé que el Augustito no estará muy ‘a gustito’ con estas palabras, pero es que cuando arranco diciendo la verdad no tengo freno, como diría el buen Vico C.

El próximo verano puede que sea igual. El Augus aún será el ilustre burgomaestre de esta noble capital. Ahí veremos si nuestro carismático líder aprendió la lección. Es que como lo elegimos por ser pana del Mashi no más, hay que darle su chance para que aprenda la cosa pública. No te me enfades, Augus, lo digo por tu bien.

Ojalá no pase algo gordo en el futuro cercano, porque si hay que hacer una evacuación masiva por aire, estaremos jodidos. El Augus no ha hecho los deberes y no habrá vía al Aeropuerto. Todos estiraríamos la patita esperando en el semáforo de Cumbayá. Que el dios de los cristianos nos proteja, si existe. Una peque cuña de mi agnosticismo. Disculparán.

Bueno, ahora se vienen las aguas. Híjole, cuidado se le inunda la popularidad al Augus. He leído que asegura que como 8 de 10 quiteños le quieren. Caramba, ‘presentaránffff’, que yo no conozco ‘niuno’.

Gringos raros



Publicada el 20 de septiembre en La Hora

No voy a hablar del primo porque es un duro y yo ando ‘chiro’. Yo sé que quizá era eso lo que estaban esperando, pero ya no son días para decir las cosas ‘a lo libre’. Si no, terminas hasta encerrado, estudiando pa’ canario, como diría un tío mío.

Mejor les cuento que el otro día andaba por Virginia, un estado del este de la ‘Jhonny’. Me fui a un asunto que llaman rally. No es una carrera como pensaríamos. Nada de motores ni modelos. Vaya pendejada de rally dirán.

Mitt Romney iba de rally por esas tierras de Virginia. Es el candidato a la presidencia de EE.UU. por el partido Republicano. Simón, los ‘bush boys’. Ya dirán ‘qué bestia’, este señor que escribe estas columnas ya se nos derechizó del todo. No, no, no. No se preocupen que no soy fan de Reagan. Peor de Bush hijo o de Bush papi.

Llama la atención que la gente que entraba al encuentro político, lo hacía porque ‘la plena’, le nacía. Era jueves en horas de ‘camello’. La fila era larga. Pero, para uno que está acostumbrado al buen tarimazo de los que sabemos, le llama la atención que no había nadie repartiendo sánduches ni colitas. No había un grupo llamado New Town en la tarima. Nadie entregaba billeticos de 20 dólares para llenar el establecimiento ni amenazaban con arrebatarles un bonito. No un bonito de lindo, sino un bonito bono.

Me acerqué para hablar con la gente. No por metiche, sino por periodista, aunque en el fondo es lo mismo, solo que con caché y buenas intenciones. Me sorprendió que no fueran burócratas obligados a estar ahí, sino que realmente querían asistir. Algunos llevaban a sus hijos.

El candidato salió a la tarima. Romney habló con la gente y no insultó a los periodistas. No insultó a sus oponentes. Invitó a la gente a votar y no dijo que le daría una paliza electoral a nadie. No fue tan divertido como nuestros shows circenses. No hubo aguardiente, tampoco nadie se llevó una billetera ajena. No digo que ellos lo hagan mejor, solo que cuando uno está de viaje, hay cosas que se muestran diferentes. Folclor. ¡Qué raros son estos gringos! 

A jugar en mi canchita

Publicada el 13 de septiembre en La Hora

Los invito a jugar fútbol, ya que aún nos dura todo eso de la selección. Pero los invito a jugar en mi cancha, simón, en mi campo. Además, el balón es mío así que yo mando. Ya he designado a mi pana Domingo para que sea el árbitro. Si dicen que es árbitro vendido, el sábado les miento hasta a la madre.

Vamos a jugar el partidito. Los míos son los de camiseta verde. ¿Qué? Ya han de decir que estoy muy cargado, que así no se vale. ¿Que los inspectores son mis panas? ¿Que he pagado al juez de línea? No sean falsetas. Así es el fútbol. Ustedes del otro lado, en la parte que está inclinada para abajo. Nosotros nos ponemos toditos el 35 en el dorsal. No es lámpara, es cábala. A Domingo le encanta, pero ‘chito’ que eso es en corto.

Se han detectado irregularidades en las inscripciones de algunos de sus jugadores, así que mi pana Domingo les va a sacar tarjeta roja. Nada de llorar, carajo.  En mi cancha, yo mando. No importa cuántos queden. La publicidad la manejo yo. ¿No ven que soy el único local? Ya, ya, ya, yo sé que ustedes son de aquí mismo, pero soy el verídico bacán.

Otra cosa, antes de empezar a jugar. El juego limpio solo es obligatorio para ustedes, cuidadito con querer pasarse de batracios. A mí déjenme hacer lo que quiera, igual a quién van a reclamar, si los tribunales de este deporte los tengo en el bolsillo. Mi pana Luchito es mi brother, en el contencioso deportivo soy amo y señor; ni se diga en la tribuna constitucional. Soy el dueño del circo, perdón, de la cancha.

Si quieren no jueguen, tengo a mi pana Hugo que ya me contó que ganar por retirada es tremendo vacilón. Bueno, no se desanimen. Es verdad que no me conviene jugar solito. ¿Qué va a decir la afición?  Mínimo piensan que el cotejo está amañado y si gano necesito salir en hombros. Si están de acuerdo jugamos. El domingo dijo: “Jueguen muchachos”.  “Buenas tardes, mi Ecuador del Alma. La 35 se la lleva. Gol. El público reclama, insulta al árbitro. Suspenden el partido. Le dan el trofeo al dueño de la cancha. Tenemos nuevo campeón”.

Soy socialista mi pana


Publicada el 6 de septiembre en La Hora

Soy un socialista a más no poder. Me encanta socializar, pero solo con mis panas, mis ‘shuntas’, mis llaves. Con estos socializo y hablamos de la revolución socialista. Pero cuando tengo tiempo, me doy un salto por Miami para descansar de tanta socialización y me busco una socia para gozar pepa en la ‘beach’.

Soy tan socialista que tengo a mis hijos en colegios de bandera gringa. ‘Simón’, aquí entre nos, eso de decir que la educación pública es brillante es pura lámpara. Es para que digan: “Qué bestia, qué socialista ese ‘man’”. Pero a la hora de hablar la plena, mando a mis pelados al cole más pelucón. Pero no hagas lámpara, que como soy socialista te meto al tarro solo con una llamada desde mi iPhone.

Soy recontra que socialista. Ando en Porsche Cayenne y me vacila pasarme el límite de velocidad ¿sí muerdes? No me importa ni el pico ni la placa. ¿No ves que soy súper que socialista? Lo más pepa del socialismo que yo vacilo es que la cadena de oro que me cargo la paga el pueblo. Mientras haya plata ajena, este socialismo pega. 

Vacila darle poder a los grandes supermercados, ¿no ves que la gente va ahí cada sábado y socializa la bola, ñaño? Todos salen socializados, socialistas. Así dicen que hay que ser pa’que la gente se caiga con su voto. Pues, ‘brother’, ponte pilas, hazte socialista. ¿Sabes dónde más se socializa belleza? En la fila del banco pues, mi llave. Por eso en este socialismo hay que darle harto billete a la banca pa’que la gente vacile en la fila. ¿No te digo? Pepa de socialismo, verídico, mi ñaño. Cuando se acerquen más las elecciones, compadre, ahí sí hay que esconderse el Rolex. No porque no nos quede fino, sino porque ahí toca darse de socialista vieja data. Toca andar por el recinto pisando lodo, mi hermano, y de tanto abrazo te bajan el Rolex y al carajo el socialismo.
Yo no voy a ser socialista sin buena cachina, pues, ñaño, habla serio, ni que fuera “gil del perejil”.  Extracto de una no tan inverosímil conversación entre dos ilustres representantes del Socialismo del Siglo XXI. ¡Hasta la victoria siempre!

La Vecindad de Domingo


Publicada 30 de agosto de 2012 en La Hora

Cuando llegan los periodistas y se topan con Domingo Paredes, este responde: ‘churin churín fun flais’. Es que hay una palabra clave que significa quién sabe. Por eso como respuesta, la gran solución es esta: ‘churin churín fun flais’.

Esta frase tan conocida es lema del CNE. Cada vez que preguntan qué pasó con las firmas, para cuándo se soluciona, en la mente de Don Domingo solo suena: ‘churin churín fun flais’.

El libreto electoral parece que no está escrito por gente PAIS, como todos nos lo temíamos. Todo indica que fue redactado por un guionista trasnochado. Uno que fue despedido del ‘staff’ de Chespirito, pues ahora resulta que todo se les ‘chispotea’ y cuando se les pregunta les agarra la ‘chiripiorca’. En las  reuniones del Consejo se comentan entre ellos: “la gente anda diciendo que tú y yo estamos locos”.

Parece chiste, el gran show que han armado. Llenitos de computadoras con enanos dormilones sobre las mesas, otros hasta bravucones.

Podría parecer broma, un buen sketch de TV para un programa cómico, pero se me evaporan las risotadas cuando me pongo a pensar que el proceso electoral va a ser conducido al puro estilo del Chavo del Ocho. Luego dirán que tienen que aplazar las elecciones y que todo es culpa de la Bruja del 71, que Ron Damón no ha pagado 14 meses de impuesto a la renta y que las papeletas se las llevó Jaimito el Cartero.

Quienes habitamos lo que para ellos es la Vecindad del Chavo, vemos cómo se nos ‘patearon’ las firmas, nos prometen y prometen, y cuándo preguntamos quién fue, nos responden en el CNE: ‘otro gato’.

Ya es hora de ponernos serios y no jugar más con esto. Domingo y sus amigos deben dejar de tratar a la democracia como a la ‘chimoltrufia’. No deben permitir que el Chómpiras informático se burle más de la gente. Dejen de buscar un Doctor Chapatín para solucionar el lío y contraten a alguien serio, que sanee el sistema y garantice los comicios.

Señor Domingo, tiene cara de buen tipo, pero por favor cuando le pregunten quién podrá ayudarnos, por el amor de Dios no responda: El Chapulín Colorado.

10.950 veces


Publicada el 23 de agosto en La Hora

El diario que tiene en sus manos o el que observa en la pantalla cumple hoy 30 años. Tiene uno más que yo. Casi exactamente, pero sin duda ha vivido más. Yo sé que usted me quiere decir feliz cumple. Gracias, datazo, pero no se trata de mí.

Bueno, le cuento. Mientras yo aún gateaba y me sonaban los moquitos, los que estaban en el poder atacaban a los librepensadores que redactaban en la prensa nacional.

Al poco tiempo de nacido (el diario, no yo) ya luchaba contra los leones, literal. Yo, en cambio, para ese entonces aún trataba de definir el mecanismo para evitar que me cargue la típica doña. Sí, esa que creía que por mimos, estaba bien dejarte la cara babosa y llena de labial carmesí. “Halaja el guagua”, decía la dama. “No es un sentimiento compartido señora”, pensaba como bebé.

Yo también me acerco a los 30 y por eso me pueden decir joven, muchachito malcriado, lo que quieran. Llámeme como guste, mi estimado y respetado lector. Pero la edad de un diario es diferente y tres décadas son bastante memoria. La Hora ha escrito la historia del país 10.950 veces. Sin contar las yapas de años bisiestos.

Son 10.950 veces de relatarle al país lo que es el país. De andar diciendo verdades, pese a los regañadientes de quienes prefieren hacer ‘chito’, a los que gustan de la solapada, a los que disfrutan del poderío. Presidentes,  ministros, policías, en fin, muchos han querido el silencio, pero la democracia protege al periodismo honesto.

Lastimosamente, las cosas no han cambiado mucho. Siguen creyéndose arcángeles los que llegan a los palacios y siguen llamando perversos a los que redactan la verdad. Lo único diferente es que los mocos ya me los limpio solito y tampoco les temo a los leones. No es que sea temerario, sino que traigo buenas intenciones. Buenas enseñanzas que han dejado 30 años de prensa libre, de liberalismo verídico.

Periodismo joven sin olvidar lo aprendido, porque el periodismo del futuro tiene mucho del periodismo de ayer, principalmente valentía. Tiempos difíciles pasaron, tiempos oscuros vendrán. ‘Vamo ahí’.

No con los guaguas

Publicada 16 de agosto de 2012 en La Hora

Ahora sí que hemos llegado a lo más bajo. Más  pa’llá solo quedan los infiernos. En qué sótano político nos hemos metido para involucrar a niños en el relajo. Suficiente con la cantidad de lodo que nos echamos entre adultos, por decir lodo, porque más parecen otras sustancias corporales. ¡Dejen a los pequeños en paz!

La versión renovada del pacto de la regalada gana  tiene ahora un nuevo puñal. Antes, por lo menos, se aceptaba que así era y se dejaba a los guaguas tranquilos. Si bien venimos peleando cinco años, creo que aún debe quedar gente con quién bronquearse. No parece necesario meterse con unos pobres muchachos que no tienen nada que ver. Déjenlos jugar en paz y que los mayorcitos sigan con su payasada de jugueteo en su papayal electoral.
No es cuestión de defender a uno o a otro, a la final en la estafa del CNE no estoy en ninguno de ambos bandos. Don Domingo ha tenido la amabilidad de incluirme en la gallada del señor Rodas, a quien apenas conozco y con quien no comulgo. Así que ni roldosista ni fan de Pueblo Nuevo. Pero, dejen a los muchachos en paz.

Este un síntoma de la profunda enfermedad política que ha atacado nuestro desvalido cuerpo democrático. Si somos capaces de pulular por esos parajes rastreros es que andamos malitos, es que ya nada nos importa. Carajo, pensé que estábamos  patojos de criterios, pero ¿a este nivel? Hablen serio, avisarán para que devuelvan las entradas.

Todo político se jacta de ser padre ejemplar. Típico, obligan a los mocosos a posar felices ante las fotos. Y así toca, pero no hay que meterlos en un jardín tan espinoso como los que cultiva la revolución. Que los más pequeños no se paseen en esos patios abonados por jardineros de mala mano, por biólogos del sinsentido.

No es chiste, es un reflejo de nuestra realidad. Ya no se respeta nada, ni los chamacos están a salvo. Pongan doble cerradura, mantengan a los niños en un  lugar seguro, que aquí ya no se respeta nada. Todo vale en Ecuador.  Andarán con cuidadito, alzarán pelito, que están en todo lado y ya todo se vale. Fin del comunicado.

Marcianos


Publicada 9 de agosto de 2012 en La Hora

Bueno, bueno. Ya estamos curioseando en Marte. ‘Chuta’, pobre Marte, pero no hay de otra. Si vamos como vamos, es mejor ir buscando otra ‘caleta’ donde hacer de las nuestras, por el ‘bien de las próximas generaciones’. No quiero lastimar las esperanzas de los ecologistas que leen esto, pero la cosa se ve jodida. Sigamos intentándolo, eso sí.

Parece que no escogimos Marte por sus opciones ambientales o su cercanía. Todo indica que lo elegimos por una familiaridad poco saludable. Hay fuertes sospechas de que ya hemos estado expuestos a los marcianos durante nuestra vida terrena.

Sí, señor, marcianos que han gobernado nuestros países por siglos y que nos tienen como nos tienen. No creerán que me picó un bicho estelar y que crea en cucos. No, lo que creo es que quienes han conducido al mundo deben ser de otro planeta, porque humanos, lo que se diga humanos, no parecen.  ‘Al que le calce el guante…’

Entonces, bajo una breve reflexión, la aventura humana en Marte viene a ser una revancha, casi un resarcimiento histórico por la memoria de los osos polares caídos en batalla.

Los científicos han logrado poner al Curiosity en tierras del Planeta Rojo. Un vehículo robótico que lleva la bandera de la humanidad. Ya dirán que lleva bandera de la NASA y que el imperio coloniza Marte. Es que los fanatismos políticos son interplanetarios. Denle suave, que no todo es bronca.

Bueno, entonces, si botamos jodiendo, ese planeta vendría a ser una venganza por lo que los marcianos de corbata hicieron con nosotros. Si por el contrario, mantenemos el lugar con cuidado, también será una bofetada a esos extraterrestres. La cosa es plantearnos estrategias con cabeza fría. Esta vez ganamos.

No veremos a los hombres (y a las mujeres, a los y las adolescentes, o como quiera el MIES que se escriba) juguetear en tierras rojas en un buen tiempo. Mejor dicho ni usted que lee ni yo que escribo viviremos para contarlo. No se aflija, la muerte no acepta gambeta. Al final, como digo, ya conocemos a los marcianos. Ah… ahora que me acuerdo, a los marcianitos siempre se los ha dibujado verdes. Vaya, ahora vengo a caer en cuenta. ¡Qué cosas! 

Soy un criminal


Publicada el 2 de agosto de 2012 en La Hora

“Pero, señor, le juro que yo no he hecho nada”. “Nada mangajo, te vas pa’ dentro”. Patada en la retaguardia y puerta cerrada. “Buenas noches ,compañeros diestros del volante”, te toca decir al dar los primeros pasos dentro del centro de detención de tránsito. “Pásamelo para amarlo”, dicen algunos para amedrentar al novato.

Buscas cama, ¿cuál cama? ¿Qué crees que es hotel? Con suerte te prestarán un colchón que nunca ha conocido el detergente y una cobija que aún guarda el sudor de decenas de exreos que la usaron para cubrir sus vergüenzas.  La otra opción es arrimarse bonito en la pared hasta que llegue el día. Cuando sale el sol hay que ‘pelar el ojo’ para conseguir litera. Parece que hay algunas libres, pero cuando llegas te das cuenta que los resortes son armas cortopunzantes con una sospechosa amenaza de tétano. El piso sigue siendo mejor idea. Llaman a un Pérez a la puerta y el tal Pérez regresa contentísimo, se larga de ese agujero.
Pilas que el Pérez dejó la cama libre. Tomas tus tereques y saltas a la litera. Que nadie te mueva de ahí, regálale unos tabacos al caporal.

¡Qué noche la de anoche! Matarías por una buena ducha. Cuando vas al baño ves que hay tres para los 40 que están adentro. Y siguen llegando más. Agua fría, un piso enmohecido. No sabías que llegarías ahí, no trajiste chanclas. Estas obligado a pararte sobre ese extraño ecosistema verdoso que ha crecido sobre la baldosa penitenciaria.

Sales de la ducha. Tomas el teléfono. “Aló, jefe, sí, lo que pasa es que no voy a poder ir a trabajar tres días. Sí, yo sé que recién empecé, pero me metieron preso”. “Carajo, tres días de ausencia es motivo de despido”. “No, jefe, le juro, no volverá a pasar”. “Nada, gracias por tus servicios”.

Te sientas en la cama, te tomas del cabello, mientas a la madre de algunos. Se te acomoda a un costado un compañero de prisión “¿Qué pasó, compadre, qué hiciste?” “¿Mi crimen? Estuve conduciendo a 61 kilómetros por hora”. Dios santo, qué criminal. No tiene perdón divino: “Lo sé, para el Estado soy un peligro que debe estar separado de la sociedad”.

Te levantas y preguntas: “¿Hay aquí algún busero que haya provocado decenas de muertes?”. Cri, cri... suenan los grillos.  

Ahí viene el loco

 
Publicada el 26 de julio de 2012 en La Hora

Y se marchó y a su barco lo llamó Libertad. Una camisa un pantalón vaquero y una canción.... Ese marinero vuelve a querer arribar a puerto. Pero si lo hace en ‘domingo’ le van a poner todas las ‘paredes’ que sean necesarias para evitar que se suba al escenario. ¿Miedo?

Lo que pasa es que no pueden haber dos chabacanos en tarima, dos con el cinto en mano. Solo uno puede bailar con Tico Tico, empuñar guitarra y creerse Cristo.

Ecuador solo soporta un rey del show, un único degustador de guatita. Si con uno tenemos lo que tenemos, imaginemos con dos. Sí, lo sé, sería muy divertido, pero por nuestra sanidad mental creó que mejor no. Lo que nos queda de sanidad.

Igual hay un poderoso en la Presidencia que tiene la ‘mera’ intención de prohibirlo. No con argumentos jurídicos, sino morales e incluso basado en una investigación genética con la que ha dicho que ‘dalo por hecho’ que no son honestos. Del otro lado lo llaman indefinido. Pero él tiene bien definido que no quiere a la ‘fuerza de los pobres’ entre los pobres electores de su jefe.

A ese que dice que ama lo vimos por televisión esta semana a nivel continental. Estallaron las redes sociales. Con camiseta del Barcelona en mano quiere hacerle frente al hincha número uno de Emelec. Un verdadero Clásico del Astillero del populismo criollo.

Algunos dudan con darle el voto, porque “mi loco es 10”. Otros recuerdan vergonzosos capítulos del pasado.

Ya lo amenazan con que si materializa su vuelta solo podrá cantar el Rock de la Cárcel. Él dice que desde Panamá ve a su país en manos del narcotráfico y le ‘va cayendo una lágrima en su mejilla’. 

Un choque de estrellas de la canción. El top del pentagrama de la política se lo disputarán canciones de Pueblo Nuevo y Los Iracundos. Los ecuatorianos, como siempre, bailando al son que nos toquen los que tengan el poder.

Todos sospechamos que con la arremetida de ese loco, quizá lo que se busca es darle un buen empujón a su partido. Parece que resulta. A los que hoy ocupan las cómodas colchonetas de Carondelet no les agrada la idea. Tampoco les gusta que un banquero ande por ahí diciendo cositas. Bueno, la verdad ¿qué les gusta? Ah... sí, el poder.