martes, 16 de abril de 2013

Daniel Santoro: ‘Antes del nuevo Papa, se permitía todo’



Entrevista que le realicé a Santoro en mayo, 2013

Daniel Santoro es un periodista argentino al que le sobra trayectoria. Fue él, al mando de su equipo de investigación, quien descubrió, por ejemplo, la venta de armas por parte de Argentina a Ecuador y Croacia allá en el 95, cuando el país estaba en conflicto con Perú.

El editor judicial de diario El Clarín despega hoy desde Quito de regreso a Buenos Aires. Estuvo en la capital para ser jurado de los premios periodísticos de Fundamedios, que se entregaron ayer.

Argentina está en boca de todos, a más de Messi y el buen tango, ahora tienen Papa. Un pontífice que llega en una época de conflictos entre el poder y la prensa del país gaucho. Santoro y sus reflexiones, en conversación con La Hora.


La designación del cardenal Bergoglio como nuevo Papa es una buena noticia para América Latina ¿Lo es también para el periodismo de la región?
Claro, ha significado un cambio de clima político en Argentina. Antes del papa, se permitía todo, miles de insultos.


¿Y ahora?
La primera reacción de la Presidenta fue de frialdad. Antes, su aparto de publicidad lo acusaba falsamente de participar en la dictadura. Ahora que Cristina se reconcilió con el papa, ha mejorado el clima, ha bajo el nivel de crispación, de hostigamiento a la prensa, a la justicia.


¿Por qué?
Porque ahora hay un pontífice que dice que los medios son maravillosos, que trasmiten la belleza y que son importantes y necesarios. Es difícil para ella volver a la estrategia de desgaste de la prensa.


¿Entonces, en realidad, a Cristina Fernández le da urticaria la designación de Bergoglio?
Sin lugar a duda que le da. Ella se opuso en 2005 a su elección como cardenal de Buenos Aires. Cristina, sin embargo, es una animal político, en el buen sentido de la palabra, y se dio cuenta de que está frente a otro poder y por eso buscó reconciliarse. Sabe que el Papa es un poder mundial. Incluso todo el conglomerado de medios que la apoyan, han bajado el tono.


¿Cuando baje la efervescencia, volverá el conflicto?
Yo soy agnóstico, pero si uno lee las homilías de Bergoglio, se nota que han sido constantes. Habló de la indignación de la pobreza y eso molestó a Néstor Kirchner (difunto expresidente y esposo de la actual mandataria), habló de la soberbia en el poder, pero sin dar nombres, nunca va a decir que Cristina es una soberbia. Esos son los temas que tiene en su cabeza y ha sido consecuente. Habla de la humildad e invitó a Cristina a almorzar antes de su juramento. Habla de pobreza y en la curia de Buenos Aires él tiene una habitación cinco estrellas, pero siempre ocupó otra pequeña, con una cama, una mesita de luz y una ventana sencilla. Eso se va a impregnar en el debate público de otros países y todo el mundo hará una lectura de lo que quiere decir.


¿Esa pausa a la confrontación se contagiaría por América?
Creo que va a influir, porque va a ser un papa peregrino, que va a visitar toda América Latina. Es evidente el cambio de actitud de Cristina, que después de haberle rechazado 14 pedidos de audiencia a Bergoglio cuando era cardenal, ahora está desesperada por agradarlo y preguntarle si lo puede tocar. A Rafael Correa lo vimos llorando emocionado. Ellos saben la influencia que tiene el Papa.


Sí, Correa se mostró emocionado ¿Ecuador tiene similitudes en cuanto al conflicto poder – medios con Argentina? ¿Es una franquicia política?
Obviamente ha existido intercambió de ideas entre el difunto Chávez, Cristina y Correa. Lo común entre todos es que usan la lógica de amigos y enemigos. Al tener oposiciones débiles y divididas, su lógica política necesitaba exagerar un nuevo contrincante. Los periodistas, sin embargo, no somos enemigos de nadie y las empresas periodísticas tampoco, son partidos políticos. Han roto un modelo de la relación entre el gobierno y la prensa, que siempre fue basado, teóricamente, en la tolerancia.


Entonces, la prensa independiente es un enemigo rentable. El objetivo final no sería acabar con ella.
La batalla épica de Cristina siempre fue destruir al grupo Clarín, pero por suerte la justicia funciona en Argentina y lo impidió. Ella no tolera la prensa crítica, ella quiere una voz uniforme donde imponga los temas que tienen que discutir los argentinos.


Pero sin medios independientes ¿a quién culparán de los males de la nación?
Cristina empezó a buscar a la justicia y ya habla de democratizarla, dice que está lejos del pueblo.

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