viernes, 5 de octubre de 2012

Marcianos


Publicada 9 de agosto de 2012 en La Hora

Bueno, bueno. Ya estamos curioseando en Marte. ‘Chuta’, pobre Marte, pero no hay de otra. Si vamos como vamos, es mejor ir buscando otra ‘caleta’ donde hacer de las nuestras, por el ‘bien de las próximas generaciones’. No quiero lastimar las esperanzas de los ecologistas que leen esto, pero la cosa se ve jodida. Sigamos intentándolo, eso sí.

Parece que no escogimos Marte por sus opciones ambientales o su cercanía. Todo indica que lo elegimos por una familiaridad poco saludable. Hay fuertes sospechas de que ya hemos estado expuestos a los marcianos durante nuestra vida terrena.

Sí, señor, marcianos que han gobernado nuestros países por siglos y que nos tienen como nos tienen. No creerán que me picó un bicho estelar y que crea en cucos. No, lo que creo es que quienes han conducido al mundo deben ser de otro planeta, porque humanos, lo que se diga humanos, no parecen.  ‘Al que le calce el guante…’

Entonces, bajo una breve reflexión, la aventura humana en Marte viene a ser una revancha, casi un resarcimiento histórico por la memoria de los osos polares caídos en batalla.

Los científicos han logrado poner al Curiosity en tierras del Planeta Rojo. Un vehículo robótico que lleva la bandera de la humanidad. Ya dirán que lleva bandera de la NASA y que el imperio coloniza Marte. Es que los fanatismos políticos son interplanetarios. Denle suave, que no todo es bronca.

Bueno, entonces, si botamos jodiendo, ese planeta vendría a ser una venganza por lo que los marcianos de corbata hicieron con nosotros. Si por el contrario, mantenemos el lugar con cuidado, también será una bofetada a esos extraterrestres. La cosa es plantearnos estrategias con cabeza fría. Esta vez ganamos.

No veremos a los hombres (y a las mujeres, a los y las adolescentes, o como quiera el MIES que se escriba) juguetear en tierras rojas en un buen tiempo. Mejor dicho ni usted que lee ni yo que escribo viviremos para contarlo. No se aflija, la muerte no acepta gambeta. Al final, como digo, ya conocemos a los marcianos. Ah… ahora que me acuerdo, a los marcianitos siempre se los ha dibujado verdes. Vaya, ahora vengo a caer en cuenta. ¡Qué cosas! 

No hay comentarios: