miércoles, 11 de diciembre de 2013

Yasuní: los que me dan pena


Publicada el jueves 15 de agosto de 2013 en La Hora  

Dentro del fracaso de la iniciativa Yasuní ITT, creo que lo que me da más pena es la respetable rubia que encabezaba la vaina. Ella sí que la pasó a ‘baki’ viajando por el mundo, hospedándose en quién sabe dónde, cocteleando con quién sabe quién. Esos datos nunca fueron tan públicos, pero a juzgar por la dama, dudo que en sus viajes elija los agachados y el brindis con el populacho.

Debe tener un chuchaqui tremendo al saber que las bambalinas se agotaron. Pobre doña, pero bueno, si pudo saltar de gobierno en gobierno, podrá saltar del Yasuní al Estero Salado o al Machángara o a alguna embajada.

Otros que me dan pena (lo digo sin cargas peyorativas, sino con un profundo sentido de solidaridad), son los ciudadanos que donaron la plata pensando en que el verde PAIS era verde bosque y no verde petróleo. Se llevaron la mano al bolsillo para sentirse que han ayudado al planeta ¿Y ese billete? Miau… Ya verá la revolución qué hace con eso. Pobres, yo de ustedes hasta reclamo. No, perdón, mala idea. Luego los tachan de saboteadores y terroristas. Olvídenlo, esa platita se perdió. Ya saben el típico discurso: es sólo material.

Las empresas locales que entregaron el cheque no perdieron, porque supieron convocar a ruedas de prensa, imprimir afiches y sacar provecho de responsabilidad social, así que ellos no me dan penita. Invirtieron el billetito. Bien por ellos.

Me dan pena, igual en el buen sentido, todos los ambientalistas de bolsos de cáñamo que daban la vida por el Gobierno. Aquellos para los que el discurso de la Pacha Mama que escuchaban en las tarimas les sonaba musical. Pobres, vieron cómo sus ídolos pasaron de andar en chanclas y por poco atarse con cadenas a los árboles, a subirse en retroexcavadoras chinas con la bandera del supuesto desarrollo. Es que claro, China es un ejemplo de conservación. Ya dice…

Y cuando digo que me dan pena, es que el país me da pena. Y cuando digo que el país me da pena, es que hasta yo me doy pena. No toca más que cantar: Ya me voy, yo ya me voy, al Oriente a trabajar. Ya me voy, yo ya me voy, al Yasuní a perforar...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Mas pena" para -quizas- unos cocteles??
A mi me disgusta mucho mas que se destroce para SIEMPRE una natureleza extraordinaria, lugar de vida de pueblos que siguen viviendo en harmonia con su entorno, y todo eso para profundizar un sistema no igualitario.

Anónimo dijo...

QUE EQUIVOCADO ESTAS VIVANCO... POR FAVOR APORTA CON PROPUESTAS IDEAS Y DEJA TU AMARGURA Y PREPOTENCIA...