FOTO ALBERTO FRANCO, LA HORA
Hoy vimos cómo el poder puede hacerlo todo. Hoy vimos cómo la euforia del populismo logra acallarlo todo y cómo el sentido común es la absoluta nada. Ver lo sucedido en la audiencia de ElUniverso me provocó terror; asusta, asusta mucho. El presidente de la República enfrentando a un diario, aupado por el poder del caudillismo y negándose a toda conciliación. Conciliación es quizá una palabra que aquel señor no conoce, que su significado le es ajeno por su educación.
Este es un capítulo que el señor Presidente estaba esperando, siempre ha dicho que desde joven odia a ese diario, pues solo esperaba tener poder para acabarlo y está a punto de hacerlo. Un país manejado con odio, con puro rencor. Qué miedo, da mucho miedo. ¿Es hora de salir del país? Aún no tengo la respuesta, pero cada vez me veo más tentado a reservar un pasaje y volar lejos de esta tierra circense, donde solo el dueño de la carpa tiene la razón. No quiero ser un payaso, me niego a ser payaso y seguir al poder con libreta en mano para decir sólo lo que a él le guste. No soy el bufón de nadie para bailar al ritmo de Pueblo Nuevo o de cualquier otra sonata revolucionaria de revolucionarios del nepotismo, de la prepotencia, de la más absoluta incapacidad humana para entender que hay que vivir con racionalidad. Volvemos a la jungla.
Ya no tengo esperanzas en que los jueces entiendan que la opinión es libre y que un funcionario público debe saber aceptarla, ya no sueño con eso a puertas de que se haga con la justicia lo que venga en gana, como los peores días de la maldita noche neoliberal, maldita porque a parte de todo lo que hizo, nos obliga a tener que aguantar esta revancha enfurecida, que atenta contra todos, contra todo nivel de humanidad. Ya no tengo esperanzas, solo espero que estas líneas y las que publico a diario no me lleven a la cárcel y me pidan millonadas para seguir alimentando el poder y las fortunas de otros. Solo pido que al Ecuador, le pongan algún buen epitafio.
1 comentario:
Es increíble la situación que se vive ahora en Ecuador. La verdad es la que siempre pierde y en un contexto en el que ésta es tan volátil es difícil hacer que salga a la luz.
Ejercer el periodismo cada vez es más difícil, en América o en Europa, los disfraces son distintos pero quien está debajo siempre es el mismo, el poder.
Publicar un comentario