Amarga colada, jugada maestra

Columna publicada el jueves 3 de noviembre de 2011 en La Hora




Pero si está todo calculado. Todo el país recibió como regalito de finados de parte del Gobierno, un feriadote. Pero no todo podía ser tan azucarado y el Régimen mandó de vacaciones obligadas y de por vida a más de 3.000 burócratas. Obligados a renunciar, feriado impuesto para el resto de sus días. 


Y como todo el resto de cristianos estamos pensando en el terno de baño perfecto, en la guagua de pan ideal o el viva Cuenca de rigor, la capacidad de reacción de los trabajadores queda ahogada en la más amarga de las coladas moradas. ¿Estaremos  asistiendo al día de los difuntos sindicatos? Hace rato que las fuerzas obreras del país no decían ni pío, pero ahora les han dado un gancho mortal. Advierten que tienen una sorpresa para responder al Gobierno, pero para eso tendrán que primero reponerse del sorpresivo ‘guachazo’ oficial. 


Hoy estamos todos ya en remojo en algún balneario nacional (don Carlos Marx y el señor Freddy Ehlers nos han dicho que bañarse en el Caribe es casi pecado), ya todos compartimos coladas y llevamos mariachis a los cementerios. ¿Quién se acuerda de las 3.000 familias que se quedaron con jefe o jefa de hogar en el desempleo? Suenan los grillos... Jugada maestra del Gobierno. 


El Ministro de Relaciones Laborales ha dicho que sacan a los vagonetas, a los antipatrias ¿3.000 vagonetas? Todos hemos sido víctimas de un burócrata majadero, de un funcionario perezoso, de una empleada pública esclava del ocio y de la lima de uñas. ¿Pero 3.000?  Pero si hemos estado plagados de trabajadores de la lagaña. Cinco años de Gobierno y no los habían visto bostezar. 


El Ministro dice que todo es legal, que no se trata de armar cancha para que ingresen los panas. No importa que esa extraña figura de renuncias obligatorias no haya sido aprobada en el Parlamento. Así también fueron legales en su tiempo los despidos de Gaspetsa y hoy la justicia obliga a que se los restituya en sus cargos.  Vaya chasco. 


Esta vez hasta se llamó a la milicia para que estos perversos funcionarios aflojen sus puestos. ¿Armas para enfrentar a burócratas? Solo en mi lindo Ecuador.