FOTO: XAVIER PARRA
‘Jamás he visto tal presión a la prensa libre’
Quito, hora de almuerzo. A las 13:00 termina el programa de Radio Visión, Buenas Tardes. Lo conduce Diego Oquendo. Termina la última charla del día al aire y en su despacho atiende esta entrevista.
Oquendo es uno de los jugadores titulares en la selección del periodismo ecuatoriano. 40 años de trayectoria. Esta vez no juega de local, este gran entrevistador esta vez es quien responde las preguntas. La Universidad Católica del Ecuador le entrega esta tarde un nuevo reconocimiento a su carrera y en su escritorio, rodeado de libros, agradece con humildad a la que fue su universidad. Oquendo nunca calla y con LA HORA habla de su carrera y del Ecuador de hoy en día.
La Católica reconoce su labor ¿Eso demuestra que la sociedad aún valora el periodismo libre, a pesar de los ataques presidenciales de cada sábado?
Nunca he estado en procura de reconocimientos o premios, pero los que vienen de forma espontánea, bienvenidos sean. Creo que el periodista tiene un excelente premio en el solo cumplimiento de su tarea, sentirte identificado con la colectividad, en paz con tu conciencia.
El acto de la Católica es fundamentalmente académico, pero no deja de ser un gesto de valor, una demostración de coraje al homenajear públicamente a un periodista que nadie podrá identificar con la línea oficial del Gobierno. Si bien no me considero un opositor, soy un periodista crítico.
Ese coraje que tiene una institución como la Católica ¿también lo tiene el ciudadano de a pie? ¿La gente aún valora el periodismo independiente a pesar de las campañas de desprestigio de Carondelet?
Percibo que, a raíz del establecimiento del actual Gobierno, hay un cambio social. Cuando yo trabajaba en televisión, por donde iba me estrechaban la mano, me sonreían; hoy hay una mayor distancia. Las prédicas semanales de Correa (Rafael) empiezan a calar en la conciencia de la gente, pero no en la de las personas que tienen cierta preparación, que saben diferenciar el mensaje. En la gente del status llano, la que recibe un bono, ahí siento, sin embargo, la diferencia.
Esto es producto de descalificar al periodismo independiente por la mañana, por la tarde y por la noche. Eso erosiona el sentimiento social frente a la labor que cumple la buena prensa ecuatoriana.
Usted ha visto pasar varios gobiernos, entre ellos dictaduras militares ¿Ha existido un ataque similar a la libertad de expresión?
Este es un capítulo muy particular. A lo largo de estos 40 años de ejercicio profesional he vivido toda clase de gobiernos: democráticos, constitucionales pero autoritarios, dictaduras. Sé lo que es sentir el peso el poder sobre una actitud editorial independiente, pero jamás he visto tal tipo de presión, tal enfado con la prensa libre.
¿Más fuerte que las dictaduras militares?
Sí. En las dictaduras me pusieron bombas, me persiguieron, me metieron preso; pero esta es una persecución mucho más sutil, pero más persistente. Yo casi no tengo motivo de queja, porque se respeta a Radio Visión, pero soy solidario con mis colegas y medios atacados.
A pesar de la sutileza ¿vamos a ver periodistas encarcelados en este país?
Habrá que esperar el resultado de la consulta popular, porque ahí hay un par de preguntas que guardan directa relación con la prensa. Habrá que ver quiénes componen el consejo de regulación de contenidos que se propone y cuáles son los propósitos. Para evitar encarcelamientos, podrían generarse olas de autocensura, pero cuando sienta que Diego Oquendo debe censurarse, habrá terminado mi carrera. No lo haré nunca.
Todo es posible cuando hay un gobierno intolerante con la prensa independiente, pero los medios libres son fundamentales para salvar la democracia de un país. Con ese consejo, sin embargo, un medio puede ser cerrado y un periodista puede ser perseguido.
¿Qué daño le hace esto a la democracia?
Un profundo daño. Solamente con el tiempo y la aguas, cuando los medios independientes hayan sido debilitados, la sociedad se dará cuenta del daño que se le ha hecho, al no haber sido firme al reaccionar frente a esa campaña, que yo condeno absolutamente.
¿Por qué los medios no han logrado transmitir el mensaje de que la lucha por la libertad de expresión es una lucha por los derechos de los ciudadanos a expresarse?
Porque la prensa privada también ha cometido errores. Eso se está pagando y da pie a los ataques. Pero hoy en día hay una sana reacción de los medios libres y se hace un periodismo mucho más profesional.
¿Qué puede hacer la gente para evitar la enfermedad de la democracia?
El problema es que, por la campaña de la Presidencia contra los medios, la gente no termina de darse cuenta de lo que está sucediendo. Las personas deben tomar en cuenta que cuando emprendemos una batalla por la libertad de expresión, no es para los periodistas, sino para la salud de todo el país.
¿Es decir que algún día la sociedad va a despertar de este sueño y encontrará todas sus libertades muertas?
Exacto. Se dará cuenta cuando sea demasiado tarde.
Su línea ideológica
En 2008 el presidente Rafael Correa calificó a Diego Oquendo de “periodista derechoso pero de buena fe”. El periodista dice nunca haber oído ese calificativo y lo toma con mucho humor. Resalta, sin embargo, que no es un hombre de derecha. “Soy una persona que ha padecido muchísimas limitaciones económicas y siempre me he sentido identificado con el hombre del estado llano. Jamás seré de derecha, porque creo en la necesidad de un cambio social en este país, pero en términos democráticos, no a los empujones”, asegura Oquendo.
Dice que si se hiciera un registro de los personajes que visitan su cabina, se vería un abanico de pensamientos.
Dato
Escuche a Diego Oquendo en Radio Visión (91.7 Quito – 107.7 Guayaquil) de 06:50 a 09:00 y de 12:00 a 13:00.
Oquendo es uno de los jugadores titulares en la selección del periodismo ecuatoriano. 40 años de trayectoria. Esta vez no juega de local, este gran entrevistador esta vez es quien responde las preguntas. La Universidad Católica del Ecuador le entrega esta tarde un nuevo reconocimiento a su carrera y en su escritorio, rodeado de libros, agradece con humildad a la que fue su universidad. Oquendo nunca calla y con LA HORA habla de su carrera y del Ecuador de hoy en día.
La Católica reconoce su labor ¿Eso demuestra que la sociedad aún valora el periodismo libre, a pesar de los ataques presidenciales de cada sábado?
Nunca he estado en procura de reconocimientos o premios, pero los que vienen de forma espontánea, bienvenidos sean. Creo que el periodista tiene un excelente premio en el solo cumplimiento de su tarea, sentirte identificado con la colectividad, en paz con tu conciencia.
El acto de la Católica es fundamentalmente académico, pero no deja de ser un gesto de valor, una demostración de coraje al homenajear públicamente a un periodista que nadie podrá identificar con la línea oficial del Gobierno. Si bien no me considero un opositor, soy un periodista crítico.
Ese coraje que tiene una institución como la Católica ¿también lo tiene el ciudadano de a pie? ¿La gente aún valora el periodismo independiente a pesar de las campañas de desprestigio de Carondelet?
Percibo que, a raíz del establecimiento del actual Gobierno, hay un cambio social. Cuando yo trabajaba en televisión, por donde iba me estrechaban la mano, me sonreían; hoy hay una mayor distancia. Las prédicas semanales de Correa (Rafael) empiezan a calar en la conciencia de la gente, pero no en la de las personas que tienen cierta preparación, que saben diferenciar el mensaje. En la gente del status llano, la que recibe un bono, ahí siento, sin embargo, la diferencia.
Esto es producto de descalificar al periodismo independiente por la mañana, por la tarde y por la noche. Eso erosiona el sentimiento social frente a la labor que cumple la buena prensa ecuatoriana.
Usted ha visto pasar varios gobiernos, entre ellos dictaduras militares ¿Ha existido un ataque similar a la libertad de expresión?
Este es un capítulo muy particular. A lo largo de estos 40 años de ejercicio profesional he vivido toda clase de gobiernos: democráticos, constitucionales pero autoritarios, dictaduras. Sé lo que es sentir el peso el poder sobre una actitud editorial independiente, pero jamás he visto tal tipo de presión, tal enfado con la prensa libre.
¿Más fuerte que las dictaduras militares?
Sí. En las dictaduras me pusieron bombas, me persiguieron, me metieron preso; pero esta es una persecución mucho más sutil, pero más persistente. Yo casi no tengo motivo de queja, porque se respeta a Radio Visión, pero soy solidario con mis colegas y medios atacados.
A pesar de la sutileza ¿vamos a ver periodistas encarcelados en este país?
Habrá que esperar el resultado de la consulta popular, porque ahí hay un par de preguntas que guardan directa relación con la prensa. Habrá que ver quiénes componen el consejo de regulación de contenidos que se propone y cuáles son los propósitos. Para evitar encarcelamientos, podrían generarse olas de autocensura, pero cuando sienta que Diego Oquendo debe censurarse, habrá terminado mi carrera. No lo haré nunca.
Todo es posible cuando hay un gobierno intolerante con la prensa independiente, pero los medios libres son fundamentales para salvar la democracia de un país. Con ese consejo, sin embargo, un medio puede ser cerrado y un periodista puede ser perseguido.
¿Qué daño le hace esto a la democracia?
Un profundo daño. Solamente con el tiempo y la aguas, cuando los medios independientes hayan sido debilitados, la sociedad se dará cuenta del daño que se le ha hecho, al no haber sido firme al reaccionar frente a esa campaña, que yo condeno absolutamente.
¿Por qué los medios no han logrado transmitir el mensaje de que la lucha por la libertad de expresión es una lucha por los derechos de los ciudadanos a expresarse?
Porque la prensa privada también ha cometido errores. Eso se está pagando y da pie a los ataques. Pero hoy en día hay una sana reacción de los medios libres y se hace un periodismo mucho más profesional.
¿Qué puede hacer la gente para evitar la enfermedad de la democracia?
El problema es que, por la campaña de la Presidencia contra los medios, la gente no termina de darse cuenta de lo que está sucediendo. Las personas deben tomar en cuenta que cuando emprendemos una batalla por la libertad de expresión, no es para los periodistas, sino para la salud de todo el país.
¿Es decir que algún día la sociedad va a despertar de este sueño y encontrará todas sus libertades muertas?
Exacto. Se dará cuenta cuando sea demasiado tarde.
Su línea ideológica
En 2008 el presidente Rafael Correa calificó a Diego Oquendo de “periodista derechoso pero de buena fe”. El periodista dice nunca haber oído ese calificativo y lo toma con mucho humor. Resalta, sin embargo, que no es un hombre de derecha. “Soy una persona que ha padecido muchísimas limitaciones económicas y siempre me he sentido identificado con el hombre del estado llano. Jamás seré de derecha, porque creo en la necesidad de un cambio social en este país, pero en términos democráticos, no a los empujones”, asegura Oquendo.
Dice que si se hiciera un registro de los personajes que visitan su cabina, se vería un abanico de pensamientos.
Dato
Escuche a Diego Oquendo en Radio Visión (91.7 Quito – 107.7 Guayaquil) de 06:50 a 09:00 y de 12:00 a 13:00.
Para verla en la edición del diario
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