Miau... despertó

Mi columna del domingo 24 de abril de 2011, publicada en La Hora.

 Miau... despertó


‘Miau’. ¡Hasta que despertó! El abogado Jaime Nebot Saadi esperó semanas para empezar a decir que no andaba en ronroneos con el ‘compañerito’ de Carondelet. Los días pasaban y el líder guayaquileño parecía haberse tomado unas vacaciones recomendadas por Santiago Pérez, el recogecifras del Gobierno. También se sospechaba que los Alvarado y el señor Mera le habían reservado una suite en algún resort político, para que descanse mientras pase la tormenta de la consulta. Es que a los gatos no les gusta el agua.

Pero ‘Miau’ ahora llama a sus seguidores a decirle no al proyecto de los verdes. Asegura que Madera de Guerrero no se inscribió porque si lo hacía, solo les permitirían hablar de toros y gallos y que él lo que quiere decir es que la vida es dura, que los ‘choros’ no aflojan, que van a manosear a la señora justicia, que este país anda malito y que la consulta no es el jarabe que el enfermito necesita.

Los primeros maullidos se los escuchó por Internet. Don Nebot no había dicho ni ‘miau’ y de un día para otros descargó todos sus arañazos contra la consulta, todo en su cuenta de Twitter. No había puesto nada en su perfil desde hacía ya varias semanas. “Así como los jueces no le nombran los ministros al Presidente, este no debe nombrar a los jueces”, opinaba el Alcalde en la red social.

Ahora anda de radio en radio, de tele en tele, diciendo que no estaba calladito, que no podía abandonar sus obligaciones de primer edil. Pero mientras dormía el gato, los ratones hacían su parranda. Se los veía por todo el puerto armando bailes y ofreciendo el cielo. El tiempo ha pasado, ya la campaña agoniza y no vimos al felino abrirse el pecho de buen ‘guayaco’ para enfrentar al economista. No veremos a un Guayaquil decir un ‘No’ rotundo a la prepotencia de los ‘revolucionarios’, a la nueva partidocracia del partido único.

Tuvo que irse uno de la gallada. Herrería se fue murmurando, pateando piedras, enfadado por un gato dormilón. El hijo del ‘Loco que ama’ ya por poco enseñaba los boletos del resort político a nombre del felino. Pero el gato se quedó en Guayaquil y ahora dice que maullará en cada callejón, para que a la señora justicia no le levanten más la falda.