Mi columna dominical publicada en La Hora el domingo 8 de mayo de 2011. Sírvase.....
A escuchar a la ‘abue’
“Primo, yo te quiero, pero con mi Rafico no te metas”. “Borregos, rojillos opresores, hijos de Caín”. “Al carajo, son una caterva de pelucones vende patrias”. Reuniones familiares escandalosas, polarizadas, abuelas asustadas por las broncas que, con o sin tragos, se aparecen cada almuerzo de domingo. Domingos como hoy. Ah, cierto, ya los domingos no se bebe. ¿Será por esto?
Luego de comer, la política hoy en día no es buen postre para una reunión familiar. La gente, de lado y lado, anda como loca. Puños sobre el mesón, insultos, mala onda generalizada. La casa de la ‘abue’ es un ring, ya pocos quieren ir. “Ese man es un fanático”, reclama la prima. “Esa tipa está ciega, no ve la revolución”, dice el tío. “Ni un trago más para los dos caramba”, pone orden la mayor.
La política apasiona, pero también divide. Lo que pasa en miles de hogares ecuatorianos es un reflejo de lo que vive este Ecuador sufridor, aguantador, apasionado y fraccionado. Ya va siendo hora de escuchar a la abuela, de sentarnos a comer sin miradas de amenaza, a la final, todos somos la selección.
La consulta ya pasó, mejor un cafecito y hablar tranquilos. Con un tamal solucionar el drama y sanar a la familia. Los gritos dejan sorda a la gente, no se escucha lo que dicen y, a cambio, la rabia burbujea. Hay que escuchar a las abuelas, ellas saben, ya vivieron los ‘velascos’, los ‘bombas’, los todos.
Ya las cartas están sobre la mesa, ya nada hay que hacer. Cuando se vienen las tormentas, como las que vaticinan los pronósticos, es mejor estar en familia. Así como hay que estar entre seres queridos cuando brama el volcán, es bueno guarecerse entre los cercanos para soportar la arremetida del poder. ¿Los poderosos tienen abuelas? ¿Las tuvieron? Ni un trago más para el poder.
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