jueves, 29 de abril de 2010

Fama de balas

Sucede que había un periodista que quería ser periodista, pero cuando se enfrentó a su anhelo se dio de lleno contra de una pared de palabras, mañas y confusiones. Para ser periodista no solo basta serlo, sino vivirlo.
Al escuchar testimonios magníficos de coberturas en los confines del planeta, cruzando batallas talibanes, ríos africanos, la pregunta que se hace el periodista que no logra ser del todo periodista es: vaya mierda de periodista que soy.
Pocos son los elegidos para cursar los mares y convivir con tribus tribales. Habrá que esperar que un día alguien llegue y pregunte: ¿quieres ser lo que dices que eres? El asunto está en que uno tenga la valentía de decir que sí.

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