miércoles, 12 de junio de 2013

Todo hombre es un minero



Columna publicada en La Hora el 6 de junio de 2013

“Todo hombre es un minero, toda mujer es su mina. Cada hombre atrapado, una mujer sin su amado. Un oscuro día a día esperando la salida”. Si pues, ‘todo hombre es un minero’ y como este Gobierno está lleno de meros meros machos, toditos se han vuelto mineros. Son extractivistas Delfín hasta el Fin, hasta el último gramo de cobre.

Aunque no lo crea, son los mismiticos que en 2008 se embanderaban con una Constitución que protegía a las comunidades, defendía el ecosistema, bla, bla, bla. Esa Carta Magna de los 300 años que ha durado lo que ha durado.

Sí, son los mismos que iniciaron una mega campaña, anda tú a saber cuánto ha costado, para mantener el crudo bajo tierra en el Yasuní. Hoy en día, sin embargo, también dudan de que sea buena idea y el plan B merodea con fuerza. Pues sí, se volvieron mineros, petroleros, chinos.

Aunque quieran hacer pasar de que son buenos mineros, casi como los 7 Enanitos, la verdad es que quedan dudas sobre las reformas que plantean en la ley minera, a la que el Gobierno sólo responde: Churin, churín, fun flais. Unas reformas que han sido aplaudidas por los socialcristianos. Sí, los mismos, los de la larga noche neoliberal, los de León, los mismos que tanto le sirven al Gobierno para despertar fantasmas empolvados. Entonces, la derecha aplaudiendo la política de recursos estratégicos del Régimen, los indígenas enfrentados con Carondelet, las mineras contentas ¿y? ¿Socialismo? Ahí sí que se me traspapelaron los conceptos.

Yo no me opongo del todo a que se exploten los recursos. Respeto a los que sí lo rechazan. Sin embargo, me apenó el otro día en el que conversaba con una conocida que, radical de izquierda, estaba escandalizada con el futuro del país en relación a este tema. Vociferaba que el pana de Carondelet la había traicionado y que ha entregado el país a los chinos. Le dije que no hay nada que hacer, que el pana puede hacer lo que le guste, al final, todo en esta democracia se reduce a la urna. Y como el pana es todo un hombre, todo hombre es un minero. Tu, tu, turututu…