jueves, 29 de julio de 2010

Balazos injustificados que se justificarán


Aún hay reporteros de guerra, aún existen aquellos que driblan minas y que sienten cómo las balas silban junto a sus cámaras. Un oficio de Guerra Civil Española, de Segunda Guerra Mundial, de Vietnam, de los Balcanes, de El Salvador. Aún los hay.
Cada vez son menos, las guerras son más “controladas”. Obligan a la prensa a ver el conflicto desde un palco, lejos de la sangre, casi con una coca cola en la mano. Reporterismo de hotel. Ramón Lobo, veterano (por experimentado, no por viejo) corresponsal de El País, principalmente en conflictos africanos, relataba alguna vez cómo hay reporteros que no salen del hotel. El resultado son historias no historias, una mirada falsa de la tragedia humana.
Uno de los ejemplos, quizá el símbolo de la guerra de hotel, ha sido el conflicto en Irak. El hotel Palestina, con su paradójico nombre, era el cuartel general de la prensa mundial. Todos los sabían, insurgentes, militares iraquíes, pero sobre todo las fuerzas estadounidenses. Ahí estaba, en un piso de ese hotel, el 8 de abril de 2003, José Couso, camarógrafo de la cadena Tele Cinco, de España. Con su cámara en mano documentaba la toma de Bagdad, el inicio de una historia sin fin. Los soldados a bordo de un carro de combate de Estados Unidos abrieron fuego contra él, según ellos, porque la cámara parecía un fusil. Todos sabían que era un hotel de prensa, todos lo sabían.
Desde entonces sus amigos y familiares no han cesado en su afán de encontrar justicia en un conflicto injusto, entre una sed petrolera que quieren esconder. Pues hoy, el juez de la Audiencia Nacional de España Santiago Pedraz ha dado un paso histórico: ha pedido la búsqueda y captura de tres militares estadounidenses para extraditarlos a Madrid y juzgarlos. Pedraz incluso viajará en octubre y noviembre a Irak para recabar información y que el mundo pueda apuntar con el dedo a los asesinos en una guerra sin rendición de cuentas, sin inventario de cadáveres.
Puede parecer un castillo en el aire, un gesto de buena fe, difícil ver a los militares de la primera potencia mundial tras las rejas. Situaciones de guerra dirán, un muerto más alegarán.
Disparos. Cuando un reportero muere en un tiroteo de Kabul es una lágrima en el periodismo, pero un orgullo en las páginas históricas del oficio. Un camarógrafo muerto por culpa de “los buenos perversos” en un hotel de prensa es un asesinato, una tragedia. Un hombre menos que contará cómo otros sufren, como mueren, como roban, violan y mientan. Está todo en manos de la historia, hay que esperar que la historia no consuma esta historia.

La imagen es tomada de http://harmonicminor.com

lunes, 26 de julio de 2010

Reflexiones de Keller



Principales frases de Bill Keller, director del diario más influyente del mundo, el New York Times, recogidas de la entrevista que publicó diario El País el domingo 25 de julio de 2010. La entrevista fue realizada por Joseba Elola.

Pero para mí el gran atractivo del periodismo es el factor puzle: abordar un problema complicado y escribir para explicárselo a alguien.

Cuestionar los prejuicios y repensar la sabiduría convencional es un gran logro y por eso es tan importante lo que hacemos para una democracia; no sólo exponer las cosas horribles que ocurren detrás de puertas cerradas, sino también hacer que la gente use su maldito cerebro.

Hay una diferencia entre enlazar y robar. Creo que es preferible para todos llegar a un acuerdo y negociar una solución que les deje resumir nuestro material sin robarlo. Esto es el salvaje Oeste. ¿Quién va a ser el policía de la ciudad sin ley?"

No me gustaría que el destino de las noticias quedara enteramente en manos de la gente de Google. Eso sí, no respaldo la frase de Rupert Murdoch de que son esencialmente piratas y depredadores.

Las historias que la gente comparte son historias narrativas; y creo que cuanto mejores sean los dispositivos, más historias se podrán contar, el iPad no es el final, habrá mejores dispositivos para leer, más fáciles para el ojo, ilustraciones en colores maravillosos; creo que el periodismo narrativo tiene un futuro robusto.

Yo tiendo a ser optimista por naturaleza y creo que hay una demanda real de periodismo de investigación, del periodismo que pide cuentas a las instituciones poderosas, creo que siempre habrá un mercado para esto.

Estamos en esa frenética búsqueda de una solución mágica de negocio que respalde el periodismo.

Los periodistas se mueven bien en la incertidumbre, no sabemos cómo va acabar una guerra o qué político caerá y nuestro mundo está en un momento de gran incertidumbre.

Uno de los motivos por el que muchos medios fueron lentos al adaptarse a Internet fue porque se veían como una élite inalcanzable y les gustaba controlar el debate.

Los periódicos serán dinosaurios, pero los dinosaurios anduvieron por la Tierra durante millones de años.

Yo tengo esperanzas, no en torno a un objeto impreso, sino en torno al concepto de periodismo agresivo, independiente y de alta calidad.


BILL KELLER

61 años.
Dirige el diario y su web desde julio de 2003.
Ganó el Premio Pulitzer en su etapa de corresponsal en Moscú (1986-1991).

THE NEW YORK TIMES

El sitio web tiene 16,1 millones de usuarios únicos
Vende 951.063 ejemplares en papel, 1,4 millones en la edición dominical.
La plantilla es de 1.150 periodistas
Cerró el primer trimestre de 2010 con un beneficio neto de 9,54 millones de euros

miércoles, 21 de julio de 2010

Saltan obligados al rin político


En la entrega anterior escribí sobre la estrategia de los medios italianos para hacer frente a la ley mordaza que quería imponer don Silvio Berlusconi. Pues bien, esa estrategia de solidaridad gremial ha provocado que aquel líder populista y carismático dé un paso atrás. No han pasado ni dos semanas desde que Italia amaneció sin noticieros ni periódicos y ese país se dio cuenta, al parecer, de lo importante que es vivir en una sociedad de libre información.
Hoy el mundo ha amanecido con esa noticia, digna de tirar cohetes para quienes creemos en la libertad y en la democracia. Sin embargo, del otro lado del océano, nuestro inigualable comandante de la caricatura izquierdista latinoamericana, Hugo Chávez, viene con la noticia de que ha encontrado, de forma brillante para sus totalitarios fines, la forma de hacerse de Globovisión, el principal medio “opositor”.
No se entienda que soy un amigote de los oligarcas venezolanos, por favor manténgame lejos de ese costal, pero tampoco soy de los de boina roja que quieren hacerse de todos los canales de difusión de información.
Por favor, un poco de cordura, un poco de democracia. Los medios están para contar historias, retratar realidades. Sin embargo, los regímenes totalitarios arrinconan a los informadores y en ciertos momentos (no digo que sea el caso puntual de Globovisión) los obligan a ser actores políticos. Sin embargo, estoy convencido de que si los gobiernos estuvieran convencidos con las democracias, los medios no deberían asumir estos roles y así todos empujaríamos el mismo carro. Ojala llegue ese día…. por lo menos antes de que el populismo termine por apagar la luz de las habitaciones demócratas.
La ilustración que acompaña este texto fue tomada de: www.extremaduraprogresista.com

viernes, 9 de julio de 2010

Sin el diario en la calle




Recuerdo que antes de que yo deje Quito, hace seis meses, el Gobierno del señor Correa había dado una señal de entender en algo, pero de una manera muy difusa, el sentido real de la democracia. Había permitido que sus empleados en la Asamblea Nacional se abran al diálogo en relación a la creación de la Ley Mordaza. Hubo reuniones, fotos, estrechones de manos. Todo indicaba que la presión de los medios independientes había hecho efecto y la gente en las calles había empezado ha notarlo y ha entender la importancia de lo que estaba ocurriendo en los pasillos legislativos.
Bueno, hoy en día la cosa vuelve al inicio. Arrogancia y obstinación por sacar adelante una ley de silencio que permita gobernar sin críticas. Bueno, la sorpresa es nula, hubiera sido más extraño que ese gesto de leve democracia mostrado en diciembre pasado se hubiese concretado. Ahora Ecuador sigue el rumbo trazado por las dictaduras democráticas, tan famosas hoy en día.
Una situación similar se está produciendo en otro punto del mundo: Italia. El país europeo también está bajo una dictadura democrática, donde también gobierna un populista carismático, poco eficiente, y, también, bastante preponente y ególatra: Don Silvio Berlusconi, famoso por sus juergas, igual que algunos que conocemos por Ecuador.
El señor Berlusconi está empeñado en que el Parlamento apruebe una ley en la que se prohíbe la publicación de escuchas telefónicas. Por medio de ese mecanismo se han logrado destapar en ese país redes criminales y actividades raritas del propio primer ministro (fácil entender porque no es un entusiasmado de las escuchas).
La prensa en Ecuador, en su momento, ha reaccionado, incluso sacando portadas en blanco con mensajes comunes, en defensa de la libertad de expresión. Pero hoy, la prensa italiana no ha salido a la calle, las televisoras y radios no han emitido. Esta drástica medida me parece muy acertada. No salir a la calle es en realidad una forma de explicarle contundentemente al lector, televidente o radioescucha los verdaderos efectos de las mordazas de poder. Aquel jubilado que va a la esquina a comprar su periódico diario sentirá el efecto real de la represión antidemocrática de las casas de Gobierno.
En Ecuador veo improbable una medida similar. Aplaudo medidas comunes, como la de los mensajes comunes citada anteriormente, pero tengo por seguro que una medida tan drástica como la italiana sería casi imposible que se produzca en mi país. Si alguno decide no salir en protesta, el otro periódico tira el doble de ejemplares para posicionarse, hacer dinero. Ojala me equivoque.

Si alguien sabe italiano, aquí encuentran el editorial de hoy de La Repúbblica, uno de los diarios más importantes de Italia, donde se explica la medida.

lunes, 5 de julio de 2010

Periodista: lánzate a la tele


¿De qué color son los recovecos de la trama Gürtel (red de corrupción vinculada al Partido Popular de España)? ¿Quiénes están hasta el cuello en el caso Malaya (relajo de corruptela en la ciudad de Marbella, España, en el que está involucrada Isabel Pantoja)? ¿Cómo se llama el presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura?
Todas estas son preguntas de difícil respuesta para un periodista sudamericano, como uno, pero no imposibles.
Pues bueno, la vida en esta carrera te enseña que en cualquier momento hay que convertirse en un entendido (por lo menos en términos aceptables) en cualquier materia, sin miedo y a fondo. Quién sabe, quizá mañana haya que conocer los rincones de la política de Kirguizistán (que por cierto estrena gobierno con Rosa Otunbáyeva, la primera mujer que dirige un país del Asía central. Bien por ella, ojala se acaben las palizas étnicas).
Pues bueno, hoy toca nutrirse de otros hontanares informativos y a estar atento a las costuras de la política española, principalmente. Sentado en la redacción compartida entre CNN + y Cuatro (canal de señal abierta de España) veo ante mi un nuevo campo inexplorado, tanto temática como técnicamente. Periodista que ha crecido desde las guarderías del papel, hoy en TV, claro, en las guarderías de la TV, se convierte en hormiga del sistema de producción.
De toda lid periodística se sale fortalecido y la imagen es una batalla que se luchará con alegría. No hay conocimiento que sea digno de rechazo y peor aún cuando CNN te abre las puertas.
Está entendido que los periodistas no deben encerrarse en una madriguera y sentirse torpes cuando salen de su casa, como si un deportista se negase a participar en competiciones fuera de localidad, con su gente, en una cancha que tiene medida. El periodismo es un oficio de machete en mano y hay que introducirse sin miedo en cualquier selva. En esas junglas, mientras más se sepa, más probabilidades hay de triunfar. Viva la tele.